Cada chakra toma un color de la luz del campo aurico, aspirándolo en forma de espiral y llevándolo directamente a nuestro organismo. De esta forma, nuestro cuerpo es irradiado por una luz de color que fluye desde el aura.
El color de los chakras progresa en el sentido de la escala de colores del espectro solar. Es decir que comenzando desde la base, el chakra raíz posee el color rojo y va variando, a medida que asciende, a las tonalidades naranjas, amarillas, verdes y azules hasta culminar en un color blanco que se transforma en luz, en claridad.
Cuanto mas elevado es el chakra
Más tiende hacia la zona de luz de ondas cortas.
El aspecto de los chakras dependerá de la evolución personal: será poco luminoso en las personas mundanas y muy brillantes en aquellos que hayan elegido hacer hincapié en la esfera espiritual.
El color de los chakras progresa en el sentido de la escala de colores del espectro solar. Es decir que comenzando desde la base, el chakra raíz posee el color rojo y va variando, a medida que asciende, a las tonalidades naranjas, amarillas, verdes y azules hasta culminar en un color blanco que se transforma en luz, en claridad.
Cuanto mas elevado es el chakra
Más tiende hacia la zona de luz de ondas cortas.
El aspecto de los chakras dependerá de la evolución personal: será poco luminoso en las personas mundanas y muy brillantes en aquellos que hayan elegido hacer hincapié en la esfera espiritual.